A partir de Perú, el cultivo de la vid se extendió
hacia el sur del continente, llegando a Bolivia, Chile y Argentina.
Una corriente colonizadora llega a Santiago del Estero (Argentina)
, proveniente de Chile, encabezada por un sacerdote. Este
atraviesa la cordillera de los Andes trayendo las primeras
estacas de vid.
Pero, el verdadero desarrollo de la vid, debe atribuirse
a los primeros colonos españoles que tomaron posesión
del valle de Güentata.
A partir de 1561, Mendoza tuvo dos fundaciones. Ambos fundadores,
Pedro del Castillo y Juan Jufré, fueron entusiastas
viticultores.
La viña, fue desde el primer momento, la principal
riqueza cuyana.
En 1598, es decir 37 años después de la fundación,
aparecieron los primeros vinos de esta ciudad, en Buenos Aires.
De acuerdo con el censo de 1739, había ya en Mendoza
120 viñas y algo más de 66 hectáreas,
con una producción de 400.000 litros de mosto.
En 1887, la superficie de viñedo mendocino es estimada
en 2.693 hectáreas distribuidas en los departamentos
de Guaymallén, Las Heras y San Vicente (Godoy Cruz).
El cultivo de las vides criollas era predominante, aunque
los viñadores se manifestaban entusiasmados por el
cultivo de variedades introducidas. Las variedades francesas
que gozaban de mayor preferencia eran el Cabernet Sauvignon
y Pinot noir.
El comercio de vinos en Mendoza, en esos años, era
promisorio. En 1881, se habían exportado 2711 "bordalesas",
4510 en 1882 y 5790 en 1883.
En 1903, Mendoza ya poseía 16.379 hectáreas
de viña francesa y solamente 5.749 hectáreas
de vides criollas. En poco más de 15 años, la
fisonomía del viñedo mendocino se había
modificado radicalmente.
Dos factores preponderantes influyeron en el gran auge de
la viticultura.
Por un lado, la gran proporción en Mendoza de población
inmigrante europea, proveniente de países latinos,
dónde la viticultura era una gran industria. Y, por
otro, la llegada en 1885 a estas tierras, del ferrocarril.
Su influencia sobre la industria vitivinícola fue revolucionaria,
ya que en 1887 comenzó transportando 2.742 toneladas
de vino cuyano en envases de madera, y en julio de ese año,
la cantidad ascendía a 7.076 toneladas.
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