Exportación de los granos
En la década del ’90 este cultivo tuvo una importante expansión al compás de las fuertes importaciones brasileñas, ya que durante varios años el país vecino registró un déficit en su abastecimiento, que cubría con importaciones crecientes desde Uruguay y Argentina. De esta forma la producción provincial se triplicó desde inicios de la década hasta 1996/97, llegando a un récord histórico en la campaña de 1999. Aparejado a este crecimiento se registraron fuertes inversiones, tanto en el sector primario como en la etapa de almacenamiento e industrialización.
En 1999 Brasil llega a una producción cercana al autoabastecimiento y, de ahí en más disminuye drásticamente las importaciones.
En un mercado local saturado y con la devaluación del real en enero de 1999 se generó una fuerte caída de los precios, más pronunciada que el descenso de las cotizaciones internacionales.
El derrumbe de los precios afectó especialmente a los productores más arriesgados. Aquellos establecimientos que, alentados por los bancos, invirtieron en maquinarias modernas, llegaron a un endeudamiento crítico en dólares.
Como consecuencia, desde hace algunos años está cambiando la composición de las exportaciones al Brasil, cada año se exporta menos arroz blanco y más arroz con cáscara.