La vida moderna nos exige lo mejor de nosotros. Agotamiento y estrés
parecen estar de la mano a la hora de explicar el por qué de
nuestra falta de energía. Pues bien, muchas veces pequeños
cambios en nuestros hábitos y el uso de algunos suplementos
pueden ser suficientes para volver a sentirnos tal como deseamos.
El Ginseng, utilizado desde hace más de dos mil años
en la cultura china, ha sido ampliamente estudiado, siendo científicamente
aceptados muchos de los efectos positivos atribuidos a la acción
de los ginsenósidos presentes en ella. Entre estos efectos
se encuentra la reducción de la fatiga, la ansiedad, el mejoramiento
de la memoria y la concentración, estimulante de las defensas
y bienestar general.
A las ventajas del Ginseng, podemos sumar el aporte de los multivitamínicos
con minerales, que optimizan el funcionamiento de todo nuestro organismo,
mejorando nuestras defensas y estado en general. Entre las vitaminas
destacan las pertenecientes al Complejo B, cuyas funciones van desde
la correcta utilización de carbohidratos, proteínas
y grasas; producción de anticuerpos y hormonas, hasta prevenir
la aparición de anemias. Además el Complejo B permite
a nuestro Sistema Nervioso funcionar a plena capacidad. También
es importante destacar el papel de las vitaminas antioxidantes que
protegen a las células de los radicales libres, causantes
del envejecimiento prematuro. Entre ellas la Vitamina C (importante
en el proceso de formación del colágeno que ayuda
en el proceso de cicatrización), la Vitamina E (protege al
sistema cardiovascular debido a su potente efecto antioxidante)
y la Vitamina D que además regula el metabolismo del Calcio.
Entre los minerales se destacan, principalmente, el Calcio (importante
para el buen estado de nuestros huesos), el Magnesio (con un efecto
relajante comprobado) y el Selenio al cual se le han atribuido importantes
acciones antioxidantes y preventivas de algunos tipos de cáncer.
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