El ABC de la cosmética
La mayoría de los productos cosméticos incluyen los
principales componentes de su fórmula en el prospecto interior
o en el propio envase. Leer esta información es muy importante
para conocer si se está eligiendo el producto más
adecuado a las necesidades de nuestra piel. Pero también
lo es saber cuáles son y de qué modo actúan
los ingredientes que más se utilizan en el mundo de la cosmética:
Ácido hialurónico: esta sustancia, presente en cremas
y fluidos hidratantes, se utiliza en cosmética como un magnífico
hidratante y como reconstituyente de la piel, a la que protege de
los fenómenos atmosféricos.
Alfahidroxiácidos: se trata de compuestos naturales que contribuyen
a aumentar la capacidad de la piel para retener agua y eliminar
las células muertas. Se utilizan sobre todo en cremas antienvejecimiento.
Colágeno: componente natural de la dermis
que asegura su flexibilidad, tonicidad y elasticidad. El colágeno
que se emplea en cosmética es una proteína soluble
indispensable en la lucha contra el envejecimiento.
Ceramidas: lípidos presentes en la capa
córnea (la más superficial de la piel) que, en su
versión sintética, son utilizados en cosmética
para asegurar la buena cohesión de esta capa.
Elastina: componente del tejido conjuntivo que
garantiza la elasticidad y tonicidad y que se deteriora con los
años. En cosmética, se utiliza para retrasar y prevenir
el envejecimiento.
Glicerina: hidratante activo o humectante. Se utiliza
en numerosos preparados para mejorar su conservación, ya
que esta molécula permite retener el agua en el interior
del envase, impidiendo que el producto se seque.
Lecitina: sustancia que aporta tersura a la piel
al contribuir al arrastre de las impurezas que se quedan en la superficie
de la misma.
Liposomas: vienen a ser los vehículos o
microcápsulas en las que se encierran los activos de muchas
más cosméticas modernas. Gracias a este "medio
de transporte", el organismo humano puede asimilar mejor estos
principios y los resultados son más satisfactorios.
Matrixylà: es un principio activo que reactiva
la síntesis de colágeno, favoreciendo de este modo
una disminución notable de las arrugas.
N.M.F.: siglas de "Natural Moisturizing Factor"
(Factor Natural de Hidratación). Es un grupo de sustancias
compuesto esencialmente por aminoácidos, urea y ácidos
orgánicos que forman el estrato córneo de la piel
y se encargan de mantener su estado natural de hidratación.
Oligoelementos: elementos minerales que se encuentra,
en muy pequeña cantidad, en todo el organismo. Alguno de
ellos (zinc, cobre y manganeso) tienen una función indispensable
en el metabolismo celular. Poseen un efecto estimulante en los intercambios
producidos a nivel de la epidermis, intervienen en la síntesis
de las proteínas y de las vitaminas y en la constitución
de los tejidos. En cosmético sirven para estimular y revitalizar
las pieles cansadas.
Pantenol: provitamina B5. Tiene gran capacidad
de penetración en la piel y un característico poder
humectante. Ideal para aplicar como postsolar y en irritaciones
suaves de la piel.
Queratina: proteína que desempeña un papel
muy importante en la protección de la epidermis.
Retinol: es la forma más pura y activa de
vitamina A. Estimula la regeneración de nuevas células
en la piel, por lo que reduce las arrugas.
Tocoferol: sería la vitamina E. Participa
en el proceso de renovación de las células. Es un
antioxidante que actúa contra la formación de radicales
libres.
Filtros UV: actualmente es difícil concebir
una crema que no contenga en su formulación este tipo de
filtros solares. Gracias a ellos, la piel puede protegerse de los
efectos nocivos de los rayos solares.
Vitamina E: esta es la vitamina del antienvejecimiento
por excelencia. Nutre e hidrata desde el interior la piel e impide
la oxidación de las membranas de nuestras células,
contribuyendo de este modo a retrasar el envejecimiento.
En buen estado
La adecuada conservación de las cremas y productos de belleza
es básica para garantizar su eficacia.
Es conveniente cerrar herméticamente el producto para que
no penetren las bacterias del ambiente y lo estropeen.
No colocar los cosméticos cerca de ventanas o lugares donde
se filtren los rayos solares. Guardarlos siempre en un lugar seco
y fresco.
A nivel legal, un producto cosmético no está obligado
a marcar la caducidad cuando es superior a 30 meses (dos años
y medio).
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